Chat GPT: La Nueva Revolución
BlogHoy vamos a adentrarnos en una nueva era, la era de la Inteligencia Artificial (IA). En concreto, vamos a centrarnos en una pieza de tecnología que está liderando el camino en esta revolución: ChatGPT, desarrollado por OpenAI.
Todos tenemos ese amigo que parece tener una respuesta para todo. Pero incluso ellos se quedan cortos en comparación con la última maravilla de OpenAI: ChatGPT. Esta inteligencia artificial, construida sobre la potente arquitectura GPT-4, ha sido alimentada con cantidades masivas de texto de internet. ¿El resultado? Una capacidad casi enciclopédica para discutir una amplia gama de temas.
Comprensión del lenguaje natural
Esta IA se basa en un modelo altamente avanzado que comprende e interpreta el lenguaje humano de una manera sorprendentemente natural y ha sido entrenado en una variedad amplia de internet, lo que significa que ha absorbido una enorme cantidad de información y patrones de lenguaje generando una base de datos extensa y diversa que le permite generar respuestas coherentes y relevantes en una amplia gama de temas.
ChatGPT es como una navaja suiza de la inteligencia artificial. Es un asistente personal, un tutor de aprendizaje, un generador de contenido y, si se le pide, incluso podría cantarte una canción (en texto, claro). Es sorprendente ver cómo se desenvuelve en una amplia gama de tareas que antes solíamos hacer con sudor y lágrimas (o al menos con un montón de tecleo).
Transformers y el Aprendizaje Continuo
El corazón de esta Inteligencia Artificial reside en su uso del modelo de Transformer, que permite al modelo prestar atención a diferentes partes de la entrada o “prompts” para generar una respuesta. Esta «atención» le permite proporcionar respuestas que no sólo son gramaticalmente correctas, sino también contextualmente apropiadas, asemejándose así a una interacción humana.
Lo más revolucionario de ChatGPT es su capacidad para aprender y mejorar continuamente a través del aprendizaje automático, este modelo de lenguaje sigue evolucionando y ajustándose a nuevas informaciones y tendencias del lenguaje manteniéndose relevante y eficiente que, a diferencia de nosotros, los mortales, que necesitamos un descanso después de un día ajetreado, este sigue aprendiendo y mejorando sin cesar con cada conversación y cada interacción, va puliendo sus habilidades lingüísticas. Y no, no tiene necesidad de café para mantenerse despierto.
Por otro lado, ChatGPT es parte de una familia de modelos de lenguaje llamados GPT, que significa «Generative Pretrained Transformer” los cuales utilizan una arquitectura llamada Transformer, introducida en un artículo de Vaswani et al. en 2017, que permite al modelo aprender patrones complejos en los datos de entrenamiento.
El primer modelo de esta serie, GPT-1, fue introducido por OpenAI en 2018. GPT-1 tenía 117 millones de parámetros y fue entrenado en libros, artículos y sitios web. En 2019, OpenAI introdujo GPT-2, que tenía una asombrosa cantidad de 1.5 mil millones de parámetros. Este modelo fue tan potente que inicialmente OpenAI decidió no lanzar la versión completa por temor a su posible mal uso.
Posteriormente, OpenAI desarrolló GPT-3, una versión aún más grande y poderosa, con 175 mil millones de parámetros. GPT-3 demostró una habilidad impresionante para generar texto coherente y relevante, incluso a partir de entradas (prompts) muy breves.
Primeras prohibiciones
En un mundo en el que cada vez está siendo más dominado por la inteligencia artificial (IA), la regulación y protección de datos personales se han convertido en temas de gran importancia. Italia, al igual que otros países, ha estado explorando cómo equilibrar la innovación tecnológica con la protección de la privacidad de sus ciudadanos por lo que atrajo la atención del regulador italiano de privacidad, el GPDP (Garante para la Protección de Datos Personales).
Las preocupaciones giraron en torno a la privacidad de los datos y la transparencia en su uso. ChatGPT, como muchos otros sistemas de IA, utiliza grandes cantidades de datos para entrenar sus algoritmos y proporcionar sus servicios. Sin embargo, el GPDP expresó inquietudes sobre cómo se manejan estos datos, cómo se informa a los usuarios sobre su uso y si se están tomando las medidas adecuadas para proteger la privacidad de los individuos, especialmente los menores de edad.
En respuesta a estas preocupaciones, el GPDP decidió prohibir temporalmente ChatGPT en Italia y estas son algunas de las principales medidas exigidas para que la plataforma vuelva a estar disponible en este país:
- Transparencia con los datos. OpenAI debe publicar un documento explicando «los métodos y la lógica subyacente al procesamiento de datos necesarios para el funcionamiento de ChatGPT». Este documento debe estar fácilmente disponible para los usuarios.
- Base jurídica. Se ha ordenado la eliminación de cualquier referencia al cumplimiento de un contrato en los términos del servicio. En su lugar, se requiere que OpenAI actúe basándose en el principio de consentimiento o interés legítimo para procesar y utilizar los datos de las personas.
- Ejercicio de derechos. El regulador italiano busca garantizar los derechos de acceso, corrección y eliminación comprendidos en el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR). Esto incluye permitir a las personas (usuarios y no usuarios) solicitar la corrección de datos personales generados incorrectamente por ChatGPT, o la eliminación de estos si la corrección es «técnicamente inviable».
- Protección de menores de edad. Se solicita la implementación de un sistema de solicitud de edad para evitar que los menores accedan al servicio, así como la creación de un plan de acción para verificar la edad de los usuarios y asegurar el consentimiento parental para los usuarios de 13 a 18 años.
- Campaña de información. OpenAI debe iniciar una campaña de información para educar a los ciudadanos sobre el uso de sus datos personales para el entrenamiento de algoritmos.
Conclusión
El camino de la inteligencia artificial y, en particular, de herramientas como ChatGPT, sigue siendo un viaje emocionante y desafiante que estamos explorando como una frontera tecnológica que redefine cómo interactuamos con la tecnología y cómo éstas pueden enriquecer nuestro día a día. Las potenciales aplicaciones de ChatGPT y la IA en general son casi innumerables: desde la mejora de la eficiencia en nuestras tareas cotidianas hasta la apertura de nuevos caminos en la educación, la comunicación, la salud y mucho más.
Sin embargo, con el poder de estas innovaciones viene la responsabilidad de usarlas de manera ética y transparente como hemos visto en el caso de Italia, los reguladores están muy atentos a cómo se maneja la privacidad de los datos y la transparencia en el uso de la IA, por lo que esto nos recuerda que el viaje hacia el futuro de la IA no sólo trata de tecnología, sino también de confianza y responsabilidad.
Por lo tanto, a medida que seguimos avanzando en este emocionante camino de innovación, debemos recordar equilibrar las promesas de la tecnología con el imperativo de proteger y respetar las necesidades y derechos de las personas que la utilizan, y con este equilibrio, el futuro de la IA como ChatGPT parece prometedor.
Como siempre, permanecemos expectantes y emocionados por lo que vendrá a continuación en este fascinante viaje.